Vladimir Nabokov. Lolita

Vladimir Nabokov. Lolita Russian Classic

Vladimir Nabokov. Lolita

PREFACIO

"Lolita, o la confesión de un hombre viudo blanco", tales fueron los dos títulos bajo los cuales el escritor de la nota presente recibió las extrañas páginas que preambula. "Humbert Humbert", su autor, había muerto en cautiverio legal, de trombosis coronaria, el 16 de noviembre de 1952, unos días antes de que su juicio comenzara. Su abogado, mi buen amigo y relación, Clarence Choate Clark, Esq., Ahora del distrito de Columbia Bar, al pedirme que editara el manuscrito, basada en su solicitud en una cláusula en la voluntad de su cliente que facilitó a mi primo eminente para usar la discreción en todos los asuntos relacionados con la preparación de "Lolita" para la impresión. La decisión del Sr. Clark puede haber sido influenciada por el hecho de que el editor de su elección acababa de recibir el premio de poling por un trabajo modesto ("¿Los sentidos tienen sentido?") En el que se habían discutido ciertos estados y perversiones mórbidas.

Mi tarea resultó más simple de lo que cualquiera de nosotros había anticipado. Salvo por la corrección de solecismos obvios y una cuidadosa supresión de unos pocos detalles tenaces que a pesar de los propios esfuerzos de "HH" aún subsistieron en su texto como señalizaciones y lápidas (indicativas de lugares o personas que saborearían y compasión de compasión), esta notable memoria se presenta intacta. El extraño cognomen de su autor es su propia invención; Y, por supuesto, esta máscara a través de la cual dos ojos hipnóticos parecen tener un brillo para permanecer sin codificación de acuerdo con el deseo de su usuario. Mientras que "Haze" solo rima con el verdadero apellido de la heroína, su primer nombre está demasiado entrelazado con la fibra más profunda del libro para permitir que uno lo altere; ni (como el lector percibirá por sí mismo) hay alguna necesidad práctica de hacerlo. Las referencias al crimen de "HH" pueden ser revisadas por el Inquisitivo en los documentos diarios de septiembre-octubre de 1952; Su causa y propósito habrían seguido bajo mi lámpara de lectura.

Para el beneficio de los lectores antiguos que desean seguir los destinos de las personas "reales" más allá de la historia "verdadera", se pueden dar algunos detalles como recibidos del Sr. "Windmuller" o "Ramsdale", que desea que su identidad suprima para que "la larga sombra de este terrible negocio" no sea llegar a la comunidad a la que está orgulloso de pertenecer. Su hija, "Louise", es ahora una estudiante de segundo año universitaria, "Mona Dahl" es una estudiante en París. "Rita" se ha casado recientemente con el propietario de un hotel en Florida. La Sra. "Richard F. Schiller" murió en el lecho de niños, dando a luz a una niña muerta, el día de Navidad de 1952, en Gray Star, un colonco en el noroeste más remoto. "Vivian Darkbloom" ha escrito una biografía, "My Cue", para ser publicado en breve, y los críticos que han examinado el manuscrito lo llaman su mejor libro. Los cuidadores de los diversos cementerios involucrados informan que no caminan fantasmas.

Visto simplemente como una novela, "Lolita" trata con situaciones y emociones que seguirían siendo exasperadamente vagas para el lector si su expresión hubiera sido etiolada por medio de evasiones tópicas. Es cierto que no se encuentra un solo término obsceno en todo el trabajo; De hecho, el robusto filisteo que está condicionado por convenciones modernas para aceptar sin reparos en una lujosa variedad de palabras de cuatro letras en una novela banal, se sorprenderá bastante por su ausencia aquí. Sin embargo, si para la comodidad de esta prudencia paradójica, un editor intentó diluir u omitir escenas de que un cierto tipo de mente podría llamar "afrodisíaco" (ver a este respecto la decisión monumental que se emitió el 6 de diciembre de 1933, por el Hon. John M. Woolsey con respecto a otro, considerablemente más ruido, un libro), uno podría forito la publicación de "lolita" alternativa ". El acusado inquieto de su propia existencia sensual, son los más estrictamente funcionales en el desarrollo de una historia trágica que cuida de manera incansable a nada menos que una apoteosis moral.